Palabra de Fútbol

Thursday, April 26, 2012


 Divagaciones ociosas en torno al Real Madrid y al Barcelona


De ambos clubes se dice que son algo más que un simple club deportivo, y desde luego que sí, por lo general a los merengues los identificamos con el centralismo nacional español, son ellos también los portentos de esa España inventada por los reyes católicos Fernando e Isabel, que en 1492 lograron por fin expulsar a los árabes y a los judíos de Granada y de todos los reinos de la península.
Pero para peor fama, el Real Madrid posee una infausta asociación con el fascismo. Cinco veces campeones de Europa con el dictador deleitándose en las tribunas. Nefasta imagen que hoy sigue vigente; la prepotencia del dinero, la envidia y la necesidad frenética del éxito embriaga los vaivenes dirigenciales del club. Y es que algo hay de grosería, soberbia y necedad en la actitud del siempre poderoso Real Madrid.
Por el lado contrario, los catalanes simbolizan la oposición al centralismo castellano, comulgan con otra lengua, son hasta cierto punto, separatistas, y antimonárquicos, pero lo que más embellece estéticamente la concepción moral del Barcelona, es su  vínculo histórico con las profundas aspiraciones del pueblo organizado; amor a la resistencia, a la republica y también a la anarquía, que entona innumerables y eufóricos himnos. Y aunque estas sean cosas del pasado y ajenas al orden actual de lo real, son símbolos que prevalecen, y es que somos muchos los que nos deleitamos con este tipo de asociaciones, a veces arbitrarias.
He aquí entonces una curiosa paradoja; el Real Madrid, tiene por entrenador a un portugués, Mourinho, tiene por máxima figura también a otro portugués, Cristiano Ronaldo, dos portugueses son también los leñadores que tienen atrás, Pepe y Marcelo, y como si esto fuera poco tienen un número 9 francés ¿¡Francés!?, sí, Benzema.
Finalmente los supuestos portentos de los valores nacionales están confiados en el mercado global, es decir se entregan abiertamente a la magia de los extranjeros, pareciera ser que  pese a todo el dinero que pudiesen invertir, no hay muchos hábiles entre los castellanos, todo apunta a que incluso en los países vecinos hay mejores jugadores. Y aunque esto realmente no sea algo extraordinario, por el contrario algo común a las principales ligas europeas, tenemos que si hacemos la comparación con el Barcelona aparecen algunas curiosidades dignas de mención.
En el Barcelona, dijimos, tenemos la imagen de los supuestos separatistas, los más antiespañoles de la península junto a los vascos. Digamos también que en estos últimos seis años, es probable que el Barcelona haya armado el mejor equipo de la historia del fútbol, con un plantel esencialmente español, partiendo por su entrenador, Guardiola.
Iniesta, Pique, Puyol, Xavi, David Villa, Fabregas, hoy  todos en el Barcelona, fueron los artífices del gran hito contemporáneo que consolida la unificación española; la copa del mundo del 2010. En la génesis de esta enorme gloria, está el Barcelona que le dio propiamente lo esencial al equipo, es decir, su estilo; el fútbol ofensivo, vertiginoso y siempre combinado, a ras de suelo y resolutivo en el área.
Los logros deportivos que han alcanzado el último tiempo los peninsulares, le han dado alegría, fiesta y jolgorio a todo un pueblo que en la experiencia de la gloria se regocija reafirmando jovialmente su nacionalidad; la española. Por lo mismo nadie sabe para quien trabaja, y nadie sabe que jarra finalmente llena. Barcelona y su generosidad futbolística terminan por aclamar: Larga vida a España, aunque con una salvedad, SIN REY. 

VALE,

ANDRÉS VIDAL D.

Saturday, April 14, 2012

León y Matías


Experiencia compartida por muchos

No es necesario vociferar el llanto

Tu vida y la de ellos

Estas vivo, abierto al terreno, al campo

Thursday, April 12, 2012


“Francisco Sagredo, LA CAÍDA o el autogol político de Harold MayneNicholls” (2011, Aguilar, Santiago)

En las próximas líneas dedicaremos un breve comentario al libro escrito por el periodista del canal estatal Francisco Sagredo. En la televisión, a veces podemos verlo compartiendo los estudios y las casetas de transmisiones, y la verdad es que allí no destaca por su brillantez analítica, tampoco demuestra saber mucho de la pelotita, ni reconozco en él un especial carisma comunicacional. Sin embargo, cuando leemos su obra, nos encontramos con una investigación seria, exhaustiva y muy interesante. He aquí mi primer asombro entonces.

El asunto del texto es ventilar qué pasó durante los últimos años en la ANFP, conocer las causas que gestaron la tan lamentada salida de MayneNicholls y de Marcelo Bielsa especialmente. Es un tema todavía caliente, y por lo mismo el libro ha sido un éxito de ventas; si por ahí conocen alguna novia afligida por no saber ¡qué chucha! regalarle a su futbolero muchacho respectivo, no dude en recomendarle “la Caída”, pues el beneficiado en pocos días devorará las más de 400 hojas que tiene el susodicho libro en su primera edición

Y verdaderamente, y en líneas generales, al pasar por sus páginas los que aparecían como los buenos e inocentes víctimas de las ambiciones particulares de los clubes grandes, en realidad tampoco lo eran tanto; y es que todo indica que Harold menospreciaba abiertamente toda idea que no se ciñera a sus prioridades y objetivos, y obraba tiránicamente en el alto mando, llegando a ningunear frecuentemente a gente de su propia confianza. Por el otro lado, tenemos a los millonarios anonadados ante la personalidad del periodista de la Universidad Católica, imagínenselos nada más, a estos exitosos emprendedores prepotentes y bravucones, queriendo atajarlo a toda costa por los pasillos de la ANFP, y recibiendo de vuelta un gesto taimado y austero de parte del hermético presidente que para peor les quería sacar los dineros que ellos consideraban de su propiedad, a saber; los de la televisión.

En los consejos llegaban los clubes grandes con encuestas financiadas por estos mismos que inquirían a la sintonía: ¿por qué usted contrata el CDF Premium, qué partidos realmente le interesa mirar por el canal del fútbol?¿La segunda división, los domingos a las once de la mañana? ¿O más bien lo paga para ver en el Collao, Colo-Colo contra la U de Conce.…? ¿O el cierre de la fecha en el Estadio Nacional cuando la Universidad de Chile se mida contra Palestino? En fin, evidentemente la abismal mayoría se apostaban a mirar las pichangas de los grandes.

Pero sucedió que Harold, quería repartir los excedentes entre todos por igual incluyendo a los equipos de la primera “B”. Para desprestigiar a sus rivales, y de forma maniquea, sostuvo que todo el conflicto estaba fundado en los mezquinos intereses de los tres clubes tradicionales, pero la investigación, demuestra que no era tan así el tema, porque el resto de los equipos de primera, también veían mermadas sus bolsas, ya que al tener que repartir platas con los de la “B” también veían que su imagen y exposición pública tampoco estaba siendo justamente remunerada. En definitiva, muchos consideraron que no era justo repartir por igual los dineros, y finalmente ¿qué pasó?, la oposición a Harold creció. Y algunos clubes de segunda, como Deportes Concepción, cuyas ambiciones hasta ahora son subir cuanto antes a primera, se añadieron a la oposición.

Ahora bien, personalmente, creo que la posición de los clubes grandes, o los de primera en general, que terminaron por desbancar a Harold, y por consecuencia a Bielsa, tienen argumentos legítimos y defendibles, pero en fin lean el libro y podemos profundizar en estas aristas.

En segundo lugar quisiera referirme a la tragedia de Jorge Jadue. Como todos saben este personaje se nos hizo familiar desde que se supo de su postulación al alto mando de la asociación nacional de balón pie profesional. Sí, y tras el escándalo del “coño” Segovia, no fue sino él, el encargado de encabezar la impopular oposición en Quilín. Uno de sus cercanos le advirtió; si aceptas, y sales de esta oficina, allá, estarán los periodistas, e inmediatamente, te convertirás en uno de los tipo más odiados del país ¿Sigues entonces dispuesto?....” ¡Ea, ea, ea, mi buen amigo, el destino es un oleaje inexorable que levanta al frágil y hunde a los poderosos!”, una respuesta que podríamos resumir en la anterior expresión sostuvo el descendiente de árabes, sin saber lo que realmente le esperaba al calvo presidente del modesto club Unión la Calera.

¿Y bien qué pasó? Un diario, fiel representante de las expectativas del plebeyaje nacional, publica la noticia que el pelao Jadue le “aforra” a su mujer, y que tenía una respectiva demanda en la comisaría ¿Jadue un castigador? Se corría la voz, ¡Maricón quien golpea a una mujer! La canallada extasiada juzgaba al villano, no solo como un usurpador, sino como un hombre ruin y cobarde que maltrata a la madre de sus criaturas. Mas, a las pocas horas esta última, sí la señora de Jadue, salió públicamente a desacreditar las acusaciones contra su esposo, ¡discutimos, a veces gritamos, pero no me patea ni me zamarrea siquiera! y en una emotiva escena se reúnen ella, sus hijos, y el marido, víctima de las calumnias, en un sentido abrazo, en los que a todos se le caen las lágrimas.Los periodistas a su vez tomándole fotos y grabándolos, no fue otra cosa que el advenimiento del acontecimiento trágico; el héroe doblegado y la compasión de la cruel audiencia disfrutando a su costa.

La escena que para mí, es el broche de oro del texto, ocurre en una de las canchas de la sede en Quilín; la oposición se encontraba preocupada, pues las acusaciones contra su cabecilla, rostro visible más bien, no eran una cosa menor, y de pronto uno de los dirigentes, le preguntó directamente al pequeño calvo, si efectivamente le había dado tunda a su mujer, en eso, otro mandamás, completamente indignado, interrumpe sacándole la madre al inquisidor, ¿quién eres tú para desconfiar de él hijo de puta? ¡Ya nos lo dijo! ¡ES INOCENTE! ¿¡Me Oíste!? ¡Él no le tocó un pelo! ¿¡Acaso no le crees!?... todos concordaron con no tocar más el tema y concentrarse de lleno en lo que viene: apoderarse de la ANFP. Y en efecto, lo lograron.

Es un libro sabroso, y correctamente escrito, hay muchísimos alcances en torno a las redes de poder existentes, por ejemplo, entre ciertos dirigentes y funcionarios de gobierno, entre otras muchas cosas. Ahora, a ratos la lectura se hace muy redundante, y se agradecería para el futuro una edición más rigurosa, que abogue por una economía de la palabra, y es que hay excesivas reiteraciones, y es ley de la razón, que toda vez es mejor eso que se hace con lo justo, y es señal de imperfección hacer lo mismo con más, pues se considera que en ello hay elementos superfluos e inútiles.

Además, hay pequeños errores con respecto al uso de hechos históricos y políticos concernientes a Latinoamérica durante los últimos treinta años, pero estos se solucionan con simples fe de erratas. En definitiva, les invito a hojear este libro, pienso que no se arrepentirán.


Andrés Vidal