Pinimanager´s / Pinihell´s o los extremos del ejercicio profesional

Cuantas causas judiciales están en juego en estos días, miles, no, mejor dicho, miles de miles, o más. Los procesos han sido abiertos para juzgar ladrones, torturadores, violadores, estafadores, incumplidores de las pensiones alimenticias etc. Por ello, no es de extrañar que los egresados y titulados de abogacía tengan más temprano que tarde algún trabajo bien remunerado. Pero, estamos concientes que como en todo rubro existen los profesionales buenos y los malos. Ahora hablaremos de uno no-bueno, sino que de uno muy bueno, quizás de los mejores. El manager de Pinilla, otrora pinigol, hoy pinigel. No sabemos siquiera su nombre, pero vaya!, trabaja de maravillas éste tío. Su buen trabajo, se refleja no sólo en que ha sido capaz de poner a su cliente nuevamente en una liga europea, donde ha demostrado (el ex atacante azul), temporada tras temporada, país tras país, equipo tras equipo, lo torpe que es como futbolista y además como persona. No marca goles, no da pases de gol, no hace gambetitas agradables, come banca constantemente y desilusiona por verbigracia. Una tomada de pelo de jugador. Retomando el asunto que nos cabe, la gestión de este abogado se destaca, además por la suma de insumos que cobrará, el casero de mecano y del rojo, en Escocia: 54 millones de pesos chilenos mensuales. Así es, esa es la humilde cifra que cobrará pinigol cada 30 días, 26 de ellos aproximadamente de entrenamientos, 4 jornadas al menos de concentraciones, y 4 partidos al mes, que le corresponden al club, porque todos dudamos que los llegue a jugar cada uno de ellos. Creer que Pinilla se destape ahora, es para mi tan poco probable como pensar que esa mesa de negociación sobre la LOCE, otorgue favorables dividendos para la desmercantilización de la educación. Por 54 millones de pesos mensuales, es probable que se pueda pedir en préstamo a lo mejor del plantel de la U y Colo colo juntos. Desconozco cifras, pero Salas cobra hoy dos millones de pesos mensuales (para pagar las cuentas), ¿Cuanto cobrará el guatón Suazo?, algo cercano, Matías Fernández ganará algo más probablemente, pero con 54 millones mensuales, es probable que estos escoceses hubiesen armado una propuesta bastante más interesante que Pinilla. Sin duda, los escoceses saben poco de fútbol, ya que van a alimentan un manco en lugar de otros muchachos ávidos de romperla. En fin, no es de extrañar, que Escocia sea un referente tan precario como Chile en el fútbol. Están condenados a perder siempre. Se imaginan Mundial tan amargo, cuyo campeón sea Escocia. Ah! pardiez de sólo pesarlo sube la cólera. En conclusión, sólo quería destacar la labor de uno bueno, Pinimanager´s, y uno malo Pinihell´s. Haber si el viejo dictador tan a maltraer en estos días se aviva y lo incluye para que lo salve al menos de uno de los tantos casos de desafueros que hoy lo hacen cagarse y mearse encima.

Andrés Vidal.

Mercantilización y violencia: El gordo académico de la casa de Bello

Luego de la crisis inflacionaria de 1982, hemos evidenciado la descomposición del Estado como instancia de ingerencia social, hemos visto, también, que en su lugar han ingresado los capitales privados junto a sus más mezquinos intereses. La mercantilización total de la vida cotidiana, fue el destino manifiesto y consumado de todos estos cambios. El fútbol criollo, aunque inmune durante los primeros años, terminó por ingresar en la lógica de los negocios y el usufructo sobre la necesidad y satisfacción naturalizada. Si antes veíamos los partidos gratis, ahora se paga por cada uno de ellos. Si antes veíamos cada gol 100 veces, minutos después de ser convertidos, ahora sólo los podemos ver por un solo canal, el de la estación católica. Estos renacuajos que monopolizaron a través de cochinos billetes los goles, no sólo obligan a estar atentos a su sintonía, sino que, a sabiendas de su ventajosa posición, los ponen al cabo de su triste noticiero, y al llegar el preciado momento, cada gol es interrumpido por una o más propaganda. Un repaso de goles que podría durar 6 minutos incluyendo auspiciadotes, ahora dura media hora, con, al menos 15 minutos de propagandas. Mientras el gordo académico de la casa de Bello, sonríe como si lo esperase una parrillada y un vino luego del trabajo. El gordo académico de la casa de Bello, que busca sustentar la caricatura de un personaje crítico y agudo en el amplio vasto de temas que corroen nuestra sociedad, prefiere sonreír hipócritamente en el espacio donde le deben pagar, desde luego, más que en la casa de Bello. Las platas de los mercaderes de consumo, consume la paciencia del hincha impaciente, y después hablan de violencia en el estadio, cuando la propaganda televisiva es realmente violenta y agresiva. Insiste así, una tras otra una tras otra una tras otra. Pasan minutos, y a veces se decide recurrir al tan justificado zapping, ¿pero que ocurre? vuelves al puto canal y van en medio del compacto, ya con dos goles al menos en el sido del partido.

En fin retomando el argumento central, luego de1982, evidenciamos el advenimiento del neoliberalismo, nuevo carácter que tomó el capitalismo desde fines de siglo pasado. No resulta coincidencia sino que consecuencia, que justo en estos tiempos-primera mitad de la década de los ochenta- surjan desde la Inglaterra de Tatcher, y para todo el mundo los vandálicos hechos protagonizados por los Holligans, y luego, pocos años después, emerjan con fuerza las barras bravas argentinas. Chile no se quedaría atrás, y tendría sus focos de violencia con la irrupción de dos grandes barras bravas, los de Abajo y la Zorra Blanca. Según los estúpidos periodistas y moralistas de televisión, todo se trata de una simple imitación, es decir, los argentinos imitan a los Holligans, y los chilenos a los trasandinos. Se sabe que durante la época Tatcher se cerraron industrias en el Reino Unido, quedando una considerable suma de obreros desempleados junto a su población dependiente. Las dictaduras militares en los andes, llenas de violencia y de lo de siempre, más la aplicación de los reajustes burocráticos de los departamentos del Estado, también dejó a grupos de individuos violentamente disgregados y abandonados a la suerte de la mano invisible, mano dura diríamos mejor, del mercado.
Y es éste nuevo giro, que lleva algo más que veinte años de hegemonía, que además de insignia y un número , obliga a los equipos cargar no sólo coin una marca deportiva, sino que además un cartel en el pecho, más grande que la insignia y el símbolo de la empresa deportiva juntos... sin ir más lejos, Blanco y Negro S.A, gana más insumos que los demás equipos, pues en sus calcetines lleva la marca de supermercados con una horrible escritura en sentido horizontal. No provoca gracia, sino que repudio e indignación, si seguimos así los uniformes serán similares a los que viste un Shumacher, un Montoya, un Eliseo Salazar en sus respectivas carreras de autos. Que lamentable, pero para allá vamos, así es que hoy sintámosnos lo más a gusto posible, pues mañana será peor.
Esto es lamento de fútbol.
Andrés Vidal

El hombre le cede la miseria al hombre (al fútbol)

Hemos entrado en una nueva época del fútbol. Hoy, como nunca, muchos proclaman la muerte del fútbol. Las columnas de Guarello, sin ir más lejos, lo han dicho. Hemos abandonado la lucha fratricida, esa que caracterizaba al fútbol de antes.

Existe mucho de épica, aún, en el mundo del fútbol, pero no es suficiente para entusiasmar a los grandes intelectuales. Los grandes escritores y muchos pensadores (las columnas de Galeano, García Márquez, los ensayos del Le Monde Diplomatique, las críticas ácidas del pensador de Sorín, etc) han coincidido en una conclusión tajante: los valores estéticos del fútbol se han perdido. Hoy sólo parece quedar esa moda absurda de los Totti y los Pinilla, de los Valdivia y los Cristiano Ronaldo.

Un posmoderno diría que el ámbito de la moda se ha diluido en todos los otros ámbitos, incluido el fútbol; que ya nada posee esa autonomía, ese nicho que caracterizaba al box, al fútbol, a la hípica.

Un movimiento de la lucha anti globalización diría que el fútbol, además de ser el opio del pueblo, es un instrumento de dominación y control. Incluso, que vende falsas ilusiones a través de las grandes marcas de ropa deportiva.

Y todo porque hemos dejado que la pelota se manche. Y, como dijo Diego, la pelota no se mancha. Palabra de Fútbol asume su condición de agente político, de sujeto de opinión. Palabra de Fútbol reivindica la lucha fratricida del fútbol. Palabra de Fútbol se pone en pie de guerra con los grandes empresarios que acumulan en sus buches todo el dinero del margen. Mucho empresario, mucha promotora, mucha tecnología, mucha cancha, mucha iluminación, mucha pinta, mucho árbitro (cinco, pa que chucha queremos cinco), mucho estadio, mucho zapato de fútbol, mucho comercial de Nike, mucho metrosexual, mucha modelo, mucha disco, poco toque, poca gambeta, pocas patadas, pocos goles, poco fútbol. Amigos, gambeteen, toquen, jueguen, pateeen.

Amigos, esto es "Palabra de Fútbol". La causa de este artículo está en un poema de Phillp Larkin. De ahí el desorden lógico en la exposición de este artículo y del sentimentalismo impreso.

This Be The Verse

They fuck you up, your mum and dad.
They may not mean to, but they do.
They fill you with the faults they had
And add some extra, just for you.
But they were fucked up in their turn
By fools in old-style hats and coats,
Who half the time were soppy-stern
And half at one another's throats.
Man hands on misery to man.
It deepens like a coastal shelf.
Get out as early as you can,
And don't have any kids yourself.

(la traducción irá en un comentario)

Palabra de Fútbol anuncia concurso ¿Que le dijo Materazzi a Zidane?

Con el propósito de motivar la creatividad en los asiduos y fieles lectores de "Palabra de Fútbol", la revista ha decidido lanzar el concurso "¿Qué le dijo Materazzi a Zidane?". Como pudimos presenciar el domingo, el centrocampista galo vio como un demonio se apoderaba de él y, mostrando todo el crecimiento en un barrio de inmigrantes en Marsella, propinó un certero golpe en el esternón al rudo de Materazzi. La idea es que sus respuestas sean lo más creativas posibles. El ganador del concurso, llevará como premio el libro "Goles y Autogoles. Una relación entre el Fútbol y el poder", de el autor Daniel Matamala. La elección del ganador será publicada en dos semanas más. Se despide, esperando encontrar una masiva recepción, "Palabra de Fútbol".

El drama musical del juego

"En el estado de hallarse-fuera-de-sí, en el éxtasis, ya no es menester dar más que un solo paso: no retornamos a nosotros mismos, sino que ingresamos en otro ser, de tal modo que nos portamos como seres trasformados mágicamente. De ahí procede, en última instancia, el profundo estupor ante el espectáculo del drama; vacila el suelo, la creencia en la indisolubilidad y fijeza del individuo" (Friedrich Nietzsche)

Cosa abismalmente diferente es ver el desarrollo del juego, sentado frente al televisor, con un puñado de algo en las manos y boca, que vivirlo sentado en las gradas, mas aún si el estadio reboza de colores y cánticos. La barra, las distintas voces singulares que se afinan y se acoplan en la música que se va sucediendo como el espectáculo todo. Y lo curioso, lo enigmático, lo que nos da que pensar y que se nos rehusa a la vez, es que la música que nos hace vibrar, que nos aclara la emoción, dolor, alegría, azar, destino, etc, que tienen lugar explosivamente en el juego desnudo, no previene unilateralmente de la voluntad libre de algún coordinador involucrado. El tono jovial reposa en otro lado, en otra cima más cercana en su lejanía absoluta. Los participantes del juego se mueven, caen, saltan, y la música que miles de bocas en-tonan se filtran entre sus pasos, entre sus miradas que deciden y entre sus cuerpos que chocan. La música, el bombo como un bajo misterioso que escucha aquello que te obliga y te exige. Hay quizás una relación oscura y profunda en el cántico de la barra y lo que tiene lugar en el campo de juego. Es como mirar una moneda por dos caras diferentes pero que responden a lo Mismo, como una doble lectura. Quizás, por que no, el solo desfondado de un saxo frenético, un violín perdido bailando en la noche, son una respuesta a eso que te exige y te llama, esa otra cara de la moneda que se resiste a ser vista. Por eso tal vez, tratar de clasificar y ordenar la música, intentar explicarla argumentando de forma científica una vivencia personal de algún “autor” sea otra intención fútil del hombre. Y en el estadio, lo mismo. La intensidad del juego se entrelaza con el bombo y el canto de las voces invisibles. Es enigmático, pero ¿qué es el hombre más que un descifrador de enigmas? (Zaratustra) Por ahí alguien dijo que el hombre ha hecho mucho y pensado poco. Basta con prender la radio un segundo (o los programas musicales de la televisión “abierta”-más bien más cerrada que la cresta) y escuchar las monstruosidades (ni malas ni buenas) que se escapan en el aíre, de forma tan apacible, como mariposas sin alas.

luis felipe oyarzún montes.

Fiesta del Juego y La Bebida

Palabra de Fútbol no ha querido quedarse atrás en la organización de eventos que puedan motivar a sus lectores a continuar en la senda de la reflexión y celebración de los hitos del fútbol que nos marcan. Por ello, el comité editorial se ha autoimpuesto un desafío gigante: cuando completemos las 1500 visitas, se realizará una fiesta de celebración en algún local céntrico, esperando reunir la mayor cantidad de lectores posibles. La fiesta irá en honor de los grandes, de aquellos que han sabido conciliar esos dos elementos, a veces tan esquivos: el juego y la bebida. Y la lista es interminable:
- Juan Carreño
- Mauricio Cataldo
- Romario
- Edmundo
- Gascoigne
- Tony Adams
- Paul Merson
- Fernando Cáceres
- Sandrino Castec
- Humberto Suazo
- Pedro González
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Chicos, continúen ingresando a la página, para poder festejar la fiesta del fútbol.

Yáñez v/s Israel, entre lo malo, una elite.

Qué duelo. Quizás comparable con las disputas del título mundial de peso mosca entre Martín Vargas y Miguel Canto, allá por 1977, en Mérida. Duelos que se definieron por puntos a favor del mexicano, porque no hubo supremacía real de ninguno. Como el caso Yáñez - Israel, quien es peor es una cosa de puntos.

De Patricio Nazario se puede respetar su trayectoria como jugador, su paso por la selección, por España, por la U o la Copa Libertadores. Pero dos grandes hitos son los que quedaran en la memoria del colectivo: el primero, el famoso gol a Paraguay del 31 de Mayo de 1981 que significaba un tremendo avance en el camino de Chile hacia el mundial de España del año siguiente.

El segundo, el famoso gesto técnico dedicado a la fanaticada brasilera en el Estadio Maracaná luego de la brutal agresión sobre Roberto Rojas. Como comentarista, poco y nada se puede rescatar.

Sólo basta con prestarle atención por unos minutos mientras “comenta” (sí, sé que cuesta) para darse cuenta que por el fútbol no siente pasión. Podría decir incluso que no le gusta, que no lo entiende, que no lo disfruta ni estando en un mundial. Sus comentarios rara vez escapan de lo que cualquier televidente puede observar. Cuando hace algo distinto, está anunciando la publicidad de algún producto. Capaz de ignorar penales o agresiones evidentes, tiene el descaro de criticar a los jugadores que exageran las faltas. Parece que a Yáñez perdió un poco de memoria y no recuerda sus memorables piscinazos que sin el mínimo de vergüenza alegaba como faltas. En su última etapa, jugando por Blanco y Negro (ex Colo Colo), cuando ya no era ni rápido y estaba realmente gordo, sus simulaciones parecían chiste. Y así se retiró del fútbol, para, lamentablemente, dedicarse a las comunicaciones.

Reconozco de todos modos, puede ser una exageración y hasta una falta de respeto compararlo con el que hoy aparece como su contendor. El siempre desagradable Mauricio Israel. De éste no podemos rescatar mucho, salvo un poco de envidia por la amplia tribuna que ha logrado formar pese a no tener cerebro. Cuando está callado aporta silencio, cuando habla, lo arruina todo. Lo de Palmita es admirable, qué paciencia, qué amor por el fútbol.

Si lo de Yáñez no era más que comentar lo evidente, lo de Israel supera cualquier barrera. Aparte de ignorar los nombres de los jugadores, no mencionarlo en la mayoría de los casos y equivocarse cuando lo hace, toma partido evidente en cada duelo, pierde cualquier imparcialidad y alega (me permito no decir “comenta”) como cualquier hincha. Uno que no sepa, claro está.
Tras el famoso penal cobrado a favor de Italia por Luis Medina Cantaleo (junto a Israel, lo más lamentable del mundial) me di el tiempo de revisar cada canal que transmita el mundial para saber la “opinión de los expertos”. Todos coincidían en que no había existido falta, salvo uno, don Mauricio.

Lamentable tener estos exponentes a cargo de las transmisiones de un evento tan lindo como un mundial. Eso sí, agradezco la presencia del pesado de Guarello, de Solarrabieta, de Rodrigo Sepúlveda o de Juan Manuel Ramírez.
Por una cosa de trayectoria, quedó excluido del análisis la somnífera ignorancia de Carcuro.

Nicolas Oyarzún

El juego y la Espera

"La decisión es el instante de la locura" Sören Kierkeegard

En el horizonte nada definitivo se logra ver. Es la espera de lo que no puede ser esperado, de lo inmensamente incalculable, que te llama en íntimo secreto, en el instante de inesperada locura. Lo esperado viene sin venir, el resultado fantasmagórico se contamina de deseos y ambiciones, de sueños e ilusiones "humanas, demasiado humanas". Pero se resiste a ser definido, se excluye de toda institucionalización. El azar nos guiñe su ojo oculto, el torbellino jovial del juego vibra musicalmente. Nada podemos esperar más que la espera misma. Sentados, con los ojos vueltos hacia ningún lado, nos enfrentamos al abismal desfondamiento del instante imprevisible. Esperamos, mas nada logramos preveer definitivamente. Las estadísticas estructuran los porcentajes esgrimen favoritismos, las planificaciones tácticas y humanas intentan trazar los márgenes posibles del curso trasformador del juego a la deriva. Sin un sentido que apremie desde un lugar definido. Sin un sentido que tenga que ver con las planificaciones humanas. El juego y la espera. El juego y el insondable misterio oculto. El juego y el mañana que sólo puede ser esperado. Los trenes se demoran en una triste y silenciosa estación de espera.

luis felipe oyarzún montes