El Efecto Chile. Vol.I
Cuando jugamos contra una potencia, tenemos esa extraña sensación de optimismo. Han pasado Francia, Brasil (en algunas ocasiones), Inglaterra, y otros. No nos ha ido mal. Del análisis detallado de los videos, se deduce una sensación extraña, como si el partido hiciera más lentos los segundos. Nuestros seleccionados, al parecer, juegan con una técnica exquisita, tomándose todo el tiempo del mundo para decidir a quien jugar, recordándome los partidos de los años 70 y 80, a un Socrates, un Stielike, y tantos otros. Un ejemplo. El desempeño de Mauricio Aros en el partido contra Brasil en Francia 98 es digno de destacar. Parecía un jugador muy bien dotado técnicamente y, además, capaz de ganarle un pique al lateral brasilero. No pongo en duda su calidad, pero resalto el efecto Chile, algo casi imposible de conceptualizar. En lo medular, el Efecto Chile, puede definirse de la siguiente manera: "Dícese de aquel estado anímico palpable, atribuible a un partido que juegan dos selecciones nacionales de fútbol; a saber, Chile, por una parte, y una potencia futbolística, por otra. Esta última, dotada de gran rapidez y eficacia táctica, al jugar contra la selección Chilena, queda absolutamente desconcertada. Sus jugadores, miembros de los equipos más prestigiosos del mundo, parecen torpes, lentos y carentes de talento. Es justamente este efecto el que le ha permitido a Chile obtener resultados importantes contra selecciones importantes. Excepto el desastre en Brasil en las eliminatorias antepasadas, no tengo otro recuerdo desagradable con alguna potencia mundial. Que los estadísticos me ayuden. Pero del análsis de los videos de los partidos contra las grandes potencias, no parecen existir grandes diferencias. Sin embargo, cuando comparamos las ligas, caemos en la triste realidad de nuestra parsimonia táctica. Nos preguntamos, como hinchas, cómo es que los mismos jugadores que marcaron a Ronaldinho o a Batistuta no eran capaces de marcar a los delanteros más troncos de nuestro fútbol. Nos cuestionamos si las figuras de las selecciones extranjeras habían tenido un mal día o una buena noche anterior. Llegamos hasta las últimas preguntas y no encontramos respuestas. El efecto Chile es eso. Es la imposibilidad de encontrar respuestas ante la parsimonia y la lentitud del partido que, causada por Chile, contagia a los rivales. Quizás esa deba ser nuestra estrategia de ahora en adelante. Quizás debamos asumir nuestra realidad y dejar de mirar en aquella rapidez europea nuestro norte. Pronto, vendrán análisis detallados de los videos de los partidos más importantes de los partidos de los últimos años contra las potencias futbolísticas. Intentaremos, como comunidad reflexiva, encontrar una respuesta o, en su defecto, dejar planteada la pregunta para las generaciones venideras. Uno ve a los niños chilenos vestidos de poleras de Brasil, Argentina, Inglaterra y los demás. En eso, uno se pregunta si aquellos niños podrán tener la rapidez de piernas de Ronaldinho o el fondo físico de Zanetti. Son cuestiones que lanzamos hoy al tintero.
Señores, esto es "Palabra de Fútbol".
Este es un artículo que requiere de la colaboración de todos ustedes. Más aún, si tienen partidos en videos, ojala podamos arreglar algun encuentro de análisis conjunto.
1 Comments:
mmmm otro partido contra una potencia y que hayamos perdido? Puede ser en las eliminatorias antepasadas y el 4-1 contra Argentina.
Varios otros partidos en los años 80 en que perdimos por goleada contra Brasil y Argentina, sólo que no salen en los medios. Al final siempre rescatan la goleada que nosotros le propinamos a Brasil o un empate a Argentina con gol de chilena durante esos años, pero la realidad fue bastante distinta.
Saludos, no sé cómo llegue jaja
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