La primera vez
Recuerdo que entramos de la mano,
Mi padre y yo, al estadio Nacional.
Los focos enormes bañaban de luz la cancha,
Y allá lejos, pequeñas personas se movían
Haciendo gritar y saltar a la gente.
Creo que fue una clásico entre la U y Colo Colo,
Lejos, por el año 88. Recuerdo el traje
Negro con rojo que vestía el arquero
(Díaz siempre he creído que se llamaba)
De la Universidad de Chile, cuya actuación,
En mi memoria mítica siempre he recordado.
Según cuenta mi historia, llena de grietas e imposibles
Atajó varios penales en una definición que tal vez nunca existió,
Pero que sin embargo siempre me ha acompañado.
Nos recuerdo llevando leche chocolatada en cajas pequeñas,
Panes con queso y jamón,
Todo dispuesto para una tarde familiar
Que sin saberlo quedó grabada para siempre,
Junto al olor a maní y al humo de cigarro,
Al grito de gol, a muchas personas caminando
Y sentadas a nuestro alrededor,
La cancha y los pequeños jugadores distantes,
Todo muy borroso, todo muy oscuro,
Como si el paso del tiempo fuese diseminando
Sobre las imágenes del recuerdo,
El cálido abrazo del olvido
Mi padre y yo, al estadio Nacional.
Los focos enormes bañaban de luz la cancha,
Y allá lejos, pequeñas personas se movían
Haciendo gritar y saltar a la gente.
Creo que fue una clásico entre la U y Colo Colo,
Lejos, por el año 88. Recuerdo el traje
Negro con rojo que vestía el arquero
(Díaz siempre he creído que se llamaba)
De la Universidad de Chile, cuya actuación,
En mi memoria mítica siempre he recordado.
Según cuenta mi historia, llena de grietas e imposibles
Atajó varios penales en una definición que tal vez nunca existió,
Pero que sin embargo siempre me ha acompañado.
Nos recuerdo llevando leche chocolatada en cajas pequeñas,
Panes con queso y jamón,
Todo dispuesto para una tarde familiar
Que sin saberlo quedó grabada para siempre,
Junto al olor a maní y al humo de cigarro,
Al grito de gol, a muchas personas caminando
Y sentadas a nuestro alrededor,
La cancha y los pequeños jugadores distantes,
Todo muy borroso, todo muy oscuro,
Como si el paso del tiempo fuese diseminando
Sobre las imágenes del recuerdo,
El cálido abrazo del olvido
Y el lento latir de una noche interminable.
luis felipe oyarzún montes
1 Comments:
Esos ochentas tenían ese olor y esa perspectiva inmensa producto del porte y de la ingenuidad.
En términos literales me recordó a la letra de estadio azteca de Calamaro.
Eso si, mis recuerdos se remontan más al barrio independencia y a una galería de lata que temblaba ante un mortero y que explotaba seguidamente por un tal arica.
Que bueno haber llegado hasta acá
Saludos
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