El chaleco cafe de mi abuelo
El chaleco café.
Me levanté
Aun con la televisión encendida
Que mostraba lágrimas
De alegría, el furioso canto
De hombres y mujeres
Que habían esperado demasiados años
Para ver a su equipo campeón.
Me levanté y camine
Hacia mi abuelo
Que permanecía sentado
Con su mirada de hombre serio
Y lo abracé con fuerza
Y nos dijimos aquellas pocas palabras
Que en aquellos momentos inefables
Son necesarias.
Sus ojos húmedos
Recordando aquellos lejanos días
De universitario
Cuando junto a sus amigos
Todos ahora muertos
Recorrían las escalinatas del nacional
Viendo al pulpo Simián
Tiempos de la barra universitaria
De personas con sombreros
Y corbatas al cuello.
Nos abrazamos
Mientras a miles de kilómetros
Los jugadores daban la vuelta
Y la fiesta explotaba
En aquel campamento minero.
Hoy aún siento el olor
De su chaleco café
Rozando mi rostro
De doce años
Mientras el reflejo de la televisión
Nos iluminaba la espalda
Un día de Diciembre
Del año 1994.
luis felipe oyarzún m.
Me levanté
Aun con la televisión encendida
Que mostraba lágrimas
De alegría, el furioso canto
De hombres y mujeres
Que habían esperado demasiados años
Para ver a su equipo campeón.
Me levanté y camine
Hacia mi abuelo
Que permanecía sentado
Con su mirada de hombre serio
Y lo abracé con fuerza
Y nos dijimos aquellas pocas palabras
Que en aquellos momentos inefables
Son necesarias.
Sus ojos húmedos
Recordando aquellos lejanos días
De universitario
Cuando junto a sus amigos
Todos ahora muertos
Recorrían las escalinatas del nacional
Viendo al pulpo Simián
Tiempos de la barra universitaria
De personas con sombreros
Y corbatas al cuello.
Nos abrazamos
Mientras a miles de kilómetros
Los jugadores daban la vuelta
Y la fiesta explotaba
En aquel campamento minero.
Hoy aún siento el olor
De su chaleco café
Rozando mi rostro
De doce años
Mientras el reflejo de la televisión
Nos iluminaba la espalda
Un día de Diciembre
Del año 1994.
luis felipe oyarzún m.
2 Comments:
Una belleza. También yo puedo recordar el olor a coca cola que mi abuelo tenía siempre. Ese 18 de Diciembre, tomó un brandy, lo que no se me olvidará nunca.
muy bonito, gracias. saludos a lipe y tito.
Post a Comment
<< Home